lunes, 22 de febrero de 2010

Sweeney Todd


nnnnDesafortunadamente, hice el intento de ponerme al día con las películas de Tim Burton, pues me topé con Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street. No tengo el gusto de conocer el musical original y estoy segura de que no me voy a esforzar en buscarlo. Sólo agradezco que la adaptación para filmarlo que duraba tres horas haya sido recortada a dos.
nnnnDebo decir que tengo buena relación con los musicales en general, pero últimamente me decepcionaron un poco: o ya no estoy en condiciones de disfrutar un "The sun will come out, tomorrow" brotando de la boca de una pelirroja encantadora en Annie, o ha comenzado la Edad de Lata de los musicales.
nnnnSi bien Burton es uno de mis directores favoritos, en esta película todo sus elementos atractivos no alcanzan: la atmósfera creada es increíble como siempre, los actores imperdibles (Helena Bonham Carter y Alan Rickman siguen escalando posiciones en mi top ten), el vestuario digno del arte gótico, las imágenes y los colores a lo Burton (esto es un elogio), etc.; pero, como dicen algunos, "el amor no basta". Aburrimiento, apelación a las leyes estéticas de Boileau (menos sangre, por favor, y ¡menos anaranjada!), "¿cuándo terminara?" y un deseo profundo de que el "responsable" sea el creador del musical fueron algunos de los pensamientos y sentimientos que me azotaron durante largos minutos.
nnnnEsperando la redención en Alice in Wonderland, escupiendo palabras como siempre, me despido hasta la próxima.

No hay comentarios: