viernes, 16 de julio de 2010

Hoy puede ser un gran día...

nnnConsiderando que la tercera a veces es la vencida, escribo una entrada más aun cuando sé que mi cerebro-nuez sufre de anemia creativa.
nnnHoy me levanté tarareando la canción del Nano y me tildé con la parte que dice así: "... depende en parte de ti". ¡Qué presión! Saber que depende de mí que hoy sea un gran día no es moco de pavo (o, después de una explicación zoológica, baba de pavo). Si considero que para que mi día sea un gran día tengo que depilarme, trabajar lo que no trabajé en la semana que pasó, estudiar un poco, crear un blog para los alumnos de 2.º, bajar 20 kg, hacer 20 m de bicicleta para mejorar la circulación, despegar mi culo de delante del Solitario Spider y de los malditos juegos de Facebook, tener más sexo, tejerme las pantuflas, etc., estoy en problemas. Todo depende de mí y quiero tener un gran día, ¿cómo hago?
nnnDespués de rumiar bastante el tema, vino a mi memoria un capítulo de Los Simpson en el que el Señor Burns va al médico, quien le demuestra por qué todavía está vivo mediante una puerta y muñequitos que representan las muchas enfermedades que tiene. Al querer pasar todas juntas, las enfermedades quedan atrapadas en la puerta. El médico le advierte que la muerte lo acecha, ya que ante lo más mínimo puede caer. Burns entiende que es inmortal.


nnnAsí me siento yo: todo lo que tengo que hacer está atascado y por eso no hago nada. Inmovilizada, vivo o puedo morir. Quizás baste con lo más mínimo. Jugando a la ruleta rusa, me despido.

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